La crítica brasileña ha dado 3 de 5 estrellas a mi película La Condesa (Cabezahueca Films, 2020) dirigida por Mario Ramos, que se presenta este mes en el Festival de cine de San Paulo, Brasil. En lo que a mi respecta ¡3/5 cuenta como un 10!
Me llama la atención cómo desde el principio el artículo resalta que, siendo una película que llega desde Honduras (aunque fue filmada en Estados Unidos) habla de una realidad bastante familiar para Brasil. Y eso porque La Condesa habla de Honduras y de Brasil, como habla de toda latinoamericana y cada lugar en donde se vive sin conocer la verdad, sin saber de los esqueletos en el sótano y cómo, mientras no sabemos nuestro pasado, no podemos realmente salir de él.
Me tomo la libertad de traducir la nota para compartir al castellano, copio abajo en enlace del diario Folha de S.Paulo, (si habla brasileño y cuenta con mejores elementos para la traducción, agradezco correcciones).
Horror 'La Condesa' usa Cortázar y cadáveres en alegoría algo familiar
Aunque viene de Honduras, la película nos recuerda mucho a otro país que conocemos bien
9 de diciembre de 2020
Justo al comienzo de "La condesa", cuando cuatro personajes llegan a antigua y lejana mansión donde se llevará a cabo la acción, una de las chicas recuerda un cuento de Cortázar, “Casa Tomada”. Habla de un gran casa (como esta) habitada por hermano y hermana, que poco a poco va siendo invadida por personajes extraños, que nunca saben lo que son, pero ocupan un espacio creciente, hasta que los hermanos salen de la casa y tiran la llave.
La chica, Paola, interpreta el cuento como una alegoría hecha por el escritor de Argentina. Tiene sentido; después de todo, Cortázar fue prácticamente un exiliado a lo largo de su vida.
¿Qué sentido tendría la historia de “La Condesa” en Honduras, de dónde viene esta película de Mario Ramos? No conozco la historia de este país lo suficiente como para arriesgarme a decir nada. Pero, a juzgar por lo que ocurre a lo largo de la historia, puede que incluso tenga algo que ver con Brasil.
Bueno, pronto veremos, la vieja casa de la condesa está llena de fantasmas que insisten en perseguir, para empezar, a Paola. Ella es la extraña de la casa, ya que solo sale con uno de sus hermanos, Eduardo, el menor. Cuando Paola comienza a investigar un poco a los extraños fantasmas, comienza a toparse con una mezcla de sangre, cadáveres, cosas horrendas.
Su primera y menos brillante idea es denunciarlo a la policía. Felipe, el hermano mayor, se opone a esto. Después de todo, busca preservar el honor de la familia. Desde entonces, la película ha comenzado a descarrilarse. Al fin y al cabo, a dónde se esconden un montón de cadáveres que, además, tienen la mala costumbre de acechar a los vivos, podría herir “el honor”de la familia que tanto preocupa a Eduardo.
Pero, es bueno saberlo, estamos en medio del cine de terror. Nadie saldrá de casa y mucho menos tirará la llave. Es como si dejar ese lugar fuera imposible antes de que ocurra una nueva ola de apariciones terribles y revelaciones vergonzosas (para la familia).
Pasa el tiempo (esta acción ocurrió en 1979) y otra pareja llega a la casa. Ahora la pareja está formada por dos mujeres. Uno de ellas, escritora, es familia de la famosa condesa. Pero a ella no le preocupan estas historias. Su compañera, Debora, es la que, teniendo tiempo libre, empieza a moverse de aquí para allá. No investigua, solo dedica tiempo. Pero acaba encontrándose con cosas más que sospechosas, incluso con respecto a los visitantes del inicio de la historia, los que llegaron a la casa en 1979.
Debora tiene la misma idea que Paola: ir a la policía. La escritora no está prestando mucha atención al honor de la familia, pero quiere ver si escribe el libro para luego ir a la policía. No hace falta decir que sucederá una nueva ola de terror, con todos esos esqueletos en el sótano dispuestos a perseguir a los que aún están vivos. ¿Esqueletos en el sótano? Aunque hondureña, “La Condesa” parece una alegoría de un país que conocemos bien.
Entre los muertos (no pocos) y los heridos, “La Condesa” puede complacer a los fanáticos de las películas de terror. También es cierto que, si se hubiera creado solo a partir del cuento de Cortázar, podría haber ido más allá.
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